INDICE
Preliminares
I. La
experiencia filosófica en sentido estricto
II. El
modelo de la analítica existenciaria (Daseinsanalytik)
III. El
lenguaje como información y la experiencia poética del
lenguaje
Bibliografía
PRELIMINARES
Tal
vez para
alguno de Uds.
que haya seguido la problemática de la investigación
filosófica
de los último años, le resulte un poco extraño el
querer retomar la línea de pensamiento filosófico abierta
por Heidegger y en especial su pensamiento sobre o, mejor dicho, desde el
lenguaje. En estos últimos años, en efecto, hemos estado
viviendo
el auge del pensamiento analítico y el desarrollo de la lógica
y de la formalización, proceso que tiene su faceta
práctica
por ejemplo en los lenguajes de programación y en la
investigación
sobre la así llamada inteligencia artificial. Además hay
que recordar el enorme desarrollo de las ciencias del lenguaje y la
aplicación
de muchas de estas investigaciones en el campo de la información
en general – incluída la problemática de la
técnica
de transmisión y procesamiento de señales – y de la información
científica, técnica y
económica
en especial - una de las bases, junto con la energía y las
materias
prima, del desarrollo de la sociedad industrial contemporánea y
tal vez el germen de lo que suele denominar la sociedad post-industrial
del futuro.
Viendo
todo
este vasto campo
de la investigación científica y filosófica actual
en torno al lenguaje, resulta difícil querer pretender no
sólo
decir algo nuevo en relación con todos los mencionados campos,
sino
también, el querer decir algo nuevo en uno de dichos campos como
es el filosófico, y con respecto a este último tal vez
extrañe
también querer retomar a un pensador que, por lo menos en
Alemania,
ha caído en un cierto olvido en la última década.
El pensamiento de Heidegger sobre el lenguaje – en parte su pensamiento
en general – ha sido sumamente criticado y tildado de mítico
e irracional. Con las referencias que sigue les propongo tratar
de precisar lo que, a mi modo de ver, y permítanme que
subraye
esta frase, es lo característico de una experiencia y de una
reflexión
filosófica sobre el lenguaje, lo cual no excluye de ninguna
manera
todos los otros puntos de vista, sean filosóficos o
científicos,
posibles. Quisiera aquí señalar una diferencia, a modo de
propuesta, entre lo que yo llamaría la experiencia
filosófica
en sentido estricto y la investigación filosófica.
La
primera es
una experiencia
específica, luego aclararé su naturaleza, que se desdobla
en sus contenidos, por ejemplo en el lenguaje, sin
perder
su unidad. La investigación filosófica, y creo
también
la investigación científica, en caso que no se quiera
considerar
a la primera como parte de esta última, es plural tanto
en
lo que respecta a sus contenidos como a sus métodos. Hoy
día
parece inaceptable el monismo de una escuela filosófica, sea
esta
la analítica, la existencialista, la marxista, la del
racionalismo
crítico, la fenomenológica, la trascendental o la existenciaria
(en sentido Heideggeriano) que es la que retomamos en estas
líneas.
Es con esta conciencia de pluralidad que creo podemos retomar por
ejemplo
la pregunta y el modo de preguntar Heideggeriano en las investigaciones
filosóficas que siguen, sin otra ambición que la de
pretender
decir algo que otros tal vez no digan tan claramente.
I.
LA EXPERIENCIA FILOSOFICA EN SENTIDO ESTRICTO
A
mi modo de ver
la experiencia
filosófica originaria – y en ésta ha de basarse una
reflexión
filosófica originaria sobre el lenguaje, aunque no
necesariamente,
como señalé anteriormente, la investigación
filosófica
en general – no es otra que la del thaumádsein
griego,
el
admirarse de que todo es y de que este ser –
pensado como
verbo y no como hipóstasis – es el acontecer de una apertura
espacio-temporal de la cual no sólo el origen y el fin
escapan
a nuestro conocimiento, sino que aún el mismo proceso de
eclosión
o desvelamiento nos posibilita sólo conocimientos
parciales, conjeturas como les llaman los modernos
racionalistas
críticos
a las teorías científicas. Este admirarse por el
desvelamiento
o por la eclosión del ser es una experiencia que fue tematizada
tal vez por primera vez en Grecia hace unos 2500 años. A
aquellos
que la han seguido tematizando se les ha llamado desde entonces filósofos,
en virtud de su conciencia sobre la esencia finita del saber. Sabios
son
sólo los dioses, dice Platón. La filosofía
entonces,
en este sentido estricto, no es algo esotérico, ni mucho menos
doctrinario,
no es algo que influya sobre los métodos científicos, o
algo
que determine directamente nuestra vida biológica o social, sino
que es simplemente la tematización de esa experiencia que,
según
podemos saber, sólo le es dado experimentar y tematizar al
hombre.
Con ello estamos diciendo pues implicitamente que dicha co-respondencia
al ser nos constituye específicamente en nuestro ser (pensado
como
verbo) humano. Pero dicha experiencia al mismo tiempo nos de-centra:
aunque seamos el lugar del de-velamiento no tenemos
ningún
motivo para considerarnos el centro de dicha eclosión. Hacer eso
sería justamente olvidar al velamiento de que
hablábamos
al comienzo, con lo cual dejaríamos no sólo de ser
filósofos
sino también de ser científicos.
Esta
experiencia fue tematizada
por Heidegger en su obra Ser y tiempo y el hecho de que
él
siguiera trabajando en ella (haciendo correcciones que han sido
publicadas
recientemente en una edición crítica) hasta el final de
su
vida no es signo de un empecinamiento necio sino la conciencia de haber
expresado una visión - una theoria, por tanto,
en
el sentido griego de la palabra - que sirve como punto de referencia a
todo el desarrollo posterior, comparable por ejemplo a la visión
de la crítica Kantiana, a la alienación
de
Marx, o a las ideas de Platón.
II.
EL MODELO DE LA ANALITICA EXISTENCIARIA
El
tema del
lenguaje no ocupa
ciertamente en Ser y tiempo un lugar preponderante (aunque
dicho
tema se anuncia ya en obras anteriores), pero para entender en que
sentido
Heidegger reflexiona en más profundidad posteriormente (ya en la
década del 30 en relación con sus clases sobre
Hölderlin)
sobre ello, creo que es necesario exponer brevemente algunos puntos de
la analítica existenciaria. Tomo los esquemas siguientes de la
obra
de un conocido psiquiatra suizo, Medard Boss, quien fue largos
años
amigo de Heidegger y con el cual escribió lo que se
podría
llamar una obra conjunta, ya que Heidegger leyó y dio su
opinión
sobre cada una de sus páginas: "Fundamentos de la Medicina y de
la
Psicologia" (Grundriss der Medizin und der Psychologie, Berna
1975).
En
dicha obra
aparecen contrapuestos
el esquema subjetivista del hombre – es decir del conocimiento, de la
comunicación,
y del lenguaje, en el que está basado, según Boss, el
psicoanálisis
freudiano (Psychoanalyse) – con el modelo del analísis
existenciario
(Daseinsanalyse). Dichos modelos son representados
gráficamente
por Boss aproximadamente así: